Aunque los síntomas de estas nuevas variantes son similares a los de cepas anteriores, es crucial estar atentos a signos como tos persistente, fiebre elevada, dolor de garganta o secreción nasal
SAN JUAN, Puerto Rico
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En medio de un nuevo aumento de casos de COVID-19 durante el verano (sí, estamos todavía en verano), varias variantes del virus están circulando, con nombres como FLiRT y LB.1 ganando protagonismo. La variante KP.3.1.1, descendiente de JN.1, se ha convertido en la más dominante, representando aproximadamente el 27.8% de los casos actuales.
Aunque los síntomas de estas nuevas variantes son similares a los de cepas anteriores, es crucial estar atentos a signos como tos persistente, fiebre elevada, dolor de garganta o secreción nasal. Si experimentas alguno de estos síntomas, es recomendable realizarte una prueba de COVID-19 para asegurarte de no estar contagiando a otros.
¿Qué son las variantes FLiRT y LB.1?
Aunque el nombre FLiRT puede sonar curioso, no es una designación oficial. Este término se utiliza para referirse a una familia de variantes de COVID-19, todas derivadas de la cepa KP. La FLiRT se convirtió en la variante dominante a finales de abril, desplazando a la JN.1. Por otro lado, la variante LB.1, aunque no pertenece a la familia FLiRT, también está en circulación este verano.
¿Estamos en medio de un aumento de casos en verano?
Sí, según los datos más recientes del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la actividad viral en aguas residuales, un indicador de la propagación del virus en la comunidad, está en un nivel “muy alto”. Este tipo de aumento durante el verano no es nuevo, y se debe, en parte, a que las personas tienden a viajar más y a congregarse en interiores con aire acondicionado debido al calor.
¿Cuáles son los síntomas?
La buena noticia es que las variantes FLiRT y LB.1 no parecen causar síntomas nuevos o inesperados. Según el CDC, los síntomas más comunes incluyen:
- Fiebre o escalofríos
- Tos
- Dificultad para respirar
- Dolor de garganta
- Congestión o secreción nasal
- Pérdida del gusto o el olfato
- Fatiga
- Dolores musculares o corporales
- Dolor de cabeza
- Náuseas o vómitos
- Diarrea
Aunque en variantes anteriores la pérdida de gusto y olfato era más común, ahora estos síntomas no son tan prominentes.
¿Cuánto duran los síntomas?
La duración de los síntomas puede variar según la persona. En general, los casos leves presentan síntomas durante 5 a 10 días, aunque muchas personas pueden empezar a sentirse mejor antes de ese periodo. Aquellos que experimentan COVID prolongado podrían empezar a mejorar después de tres meses, aunque en algunos casos, los síntomas pueden durar más.
¿Hay una nueva vacuna?
Aunque las vacunas siguen proporcionando una buena protección, especialmente contra enfermedades graves y hospitalizaciones, estudios recientes han mostrado que la variante KP.2 tiene una resistencia significativa al refuerzo de la vacuna 2023-24. Se espera que una nueva vacuna actualizada, basada en las variantes predominantes, esté disponible este otoño. Mientras tanto, se recomienda a las personas mayores de 65 años y aquellas con sistemas inmunológicos comprometidos que reciban la vacuna más reciente disponible.
¿Cómo protegerse?
El CDC actualizó sus guías en marzo, señalando que aunque el COVID-19 sigue siendo una amenaza, ya no es la emergencia que solía ser. Las mismas precauciones que ayudan a prevenir otros virus respiratorios, como la gripe, son efectivas: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse al toser o estornudar, mantenerse al día con las vacunas y quedarse en casa si estás enfermo.
Para las personas mayores, inmunocomprometidas y niños, es recomendable evitar grandes multitudes y usar mascarillas si los casos de COVID-19 están en aumento en su área. Si te enfermas, el CDC recomienda permanecer en casa hasta que tus síntomas mejoren y no hayas tenido fiebre sin el uso de medicamentos.