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El punto P: qué es, dónde se encuentra y cómo estimularlo

La letra “P” hace alusión a “próstata”, la glándula cuya estimulación produce una respuesta erótica intensa

SAN JUAN, Puerto Rico

Servicios Combinados

Conocido como el equivalente masculino del punto G, el punto P hace referencia a una zona altamente sensible localizada en la próstata. Su estimulación puede provocar sensaciones intensas e incluso un tipo de orgasmo distinto al tradicional: el orgasmo prostático.

Este punto se ubica aproximadamente a cinco centímetros dentro del ano, en la pared frontal del recto. De acuerdo con la sexología, cuando se estimula de manera adecuada, esta área puede generar un placer profundo gracias a la gran cantidad de terminaciones nerviosas concentradas en la glándula prostática.

¿Por qué se llama punto P?

La letra “P” hace alusión a “próstata”, la glándula cuya estimulación produce una respuesta erótica intensa. La denominación surge en paralelo al punto G femenino, ya que ambos comparten un rol similar en la intensificación del placer sexual y la posibilidad de experimentar orgasmos más duraderos e intensos, según explica la especialista.

La sensibilidad de esta zona obedece a su fisiología y no guarda relación alguna con la identidad sexual de quien la explore.

Formas de estimular el punto P

Sexólogos alrededor del mundo ofrecen distintas recomendaciones para explorar el punto P de manera segura y placentera:

  • Estimulación interna: Consiste en introducir con cuidado un dedo lubricado o un juguete específico en el recto, aplicando una suave presión sobre la próstata. Como esta puede ser una experiencia nueva para muchas personas, se aconseja comenzar lentamente y con paciencia.
  • Estimulación externa: Aunque la vía interna es la más directa, también es posible estimular la próstata desde el exterior. Un masaje en el perineo —el área entre el escroto y el ano— puede generar sensaciones placenteras al ejercer presión indirecta sobre la glándula.
  • Uso de juguetes especializados: Existen aparatos diseñados especialmente para este fin, como masajeadores prostáticos o vibradores anatómicos, que permiten una estimulación más precisa y cómoda del punto P.
  • Relajación y respiración: Un estado de relajación es esencial para disfrutar plenamente de esta práctica. La respiración profunda y un entorno cómodo facilitan la entrega a las sensaciones y reducen la tensión que podría interferir con el disfrute.

Derribando mitos

Pese a los beneficios que puede ofrecer la estimulación prostática, persisten estigmas y prejuicios, entre ellos la falsa creencia de que disfrutar del punto P está vinculado con la orientación sexual. Sin embargo, la sensibilidad de esta zona obedece a su fisiología y no guarda relación alguna con la identidad sexual de quien la explore.

Animarse a descubrir el punto P puede enriquecer notablemente la vida sexual de los hombres, favoreciendo el autoconocimiento y una experiencia íntima más completa.

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