Según un reportaje exclusivo de The Advocate, esto ha generado alarma entre expertos en salud pública
WASHINGTON, DC
Redacción PSM
La administración del presidente Donald Trump ha destituido a todos los integrantes del Consejo Asesor Presidencial sobre el VIH y el SIDA (PACHA, por sus siglas en inglés), un cuerpo que durante más de 30 años ha brindado asesoría clave sobre políticas federales de prevención, tratamiento y cuidado del VIH. La movida ha encendido alertas entre especialistas y defensores de la salud pública, quienes temen un retroceso en los avances alcanzados durante las últimas décadas.
La noticia, revelada por The Advocate, surge en medio de amplios recortes en el Departamento de Salud federal bajo la dirección del secretario Robert F. Kennedy Jr., que incluyen el despido de 10,000 empleados y el cierre de la mitad de las oficinas regionales. También se eliminaron varias divisiones dedicadas a la prevención de enfermedades infecciosas, incluyendo cinco ramas del área de prevención del VIH en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Los recortes ocurren a pesar de que el VIH sigue siendo un importante reto de salud pública en Estados Unidos, particularmente entre personas negras, latinas, hombres gays y bisexuales, y residentes del sur del país. Según datos de HIV.gov, unas 1.2 millones de personas viven con VIH en EE.UU. y el 13 % desconoce su diagnóstico. En 2022, se registraron unas 31,800 nuevas infecciones, de las cuales casi el 70 % correspondieron a personas negras y latinas.
Durante la administración Biden-Harris, los esfuerzos federales lograron una reducción del 12 % en nuevas infecciones entre 2018 y 2022, incluyendo una caída del 30 % en jóvenes de 13 a 24 años y un 16 % de descenso en el sur del país. Se había propuesto además un programa nacional de $9,800 millones para ampliar el acceso a medicamentos preventivos (PrEP).

Ahora, todo ese progreso corre peligro. El doctor Philip Chan, infectólogo y hasta ahora miembro de PACHA, dijo a The Advocate que fue notificado de su remoción a través de los medios, no de forma oficial. “Tenemos todas las herramientas para acabar con el VIH. Me entristece ver cómo esta infraestructura se está desmantelando sistemáticamente en todo el país”, expresó.
Chan también denunció que la administración canceló recientemente dos de sus subvenciones del Instituto Nacional de Salud, incluyendo una centrada en la prevención del VIH en hombres negros gays. Citó el caso reciente de un paciente en Rhode Island que, tras perder acceso a PrEP por quedarse sin seguro médico, contrajo VIH en cuestión de semanas.
El doctor Jirair Ratevosian, también miembro del consejo y científico en la Escuela de Enfermería de Yale, advirtió que esta decisión “pone en riesgo la ciencia y las voces comunitarias en un momento crucial”.
Adrian Shanker, exmiembro de PACHA y exsubsecretario de política de salud bajo Biden, calificó la medida como “devastadora”. “Los miembros del consejo no representan intereses partidistas: son científicos, activistas y personas viviendo con VIH. Era fundamental dialogar antes de tomar una decisión tan peligrosa”.
Por su parte, Carl Schmid, ex copresidente de PACHA y actual director ejecutivo del HIV+Hepatitis Policy Institute, expresó preocupación sobre la dirección general de la política del gobierno. Señaló que la administración planea consolidar los programas de prevención y tratamiento en una nueva estructura denominada “Healthy America”, pero sin claridad sobre liderazgo, financiamiento o participación comunitaria.
El Departamento de Salud federal no respondió a The Advocate, aunque un portavoz dijo a Reuters que es “común” reemplazar a los miembros del consejo con una nueva administración y que se buscará “una estructura más eficiente”.

Sin embargo, según reveló previamente The Advocate, el gobierno de Trump también se prepara para eliminar por completo los fondos federales para programas domésticos de prevención del VIH, lo que ha sido descrito como “catastrófico” por expertos. El plan implicaría el cierre total de la división de prevención del VIH de los CDC y la paralización de esfuerzos financiados a nivel nacional, afectando el acceso a pruebas, PrEP y tratamientos salvavidas.
“Estamos tan cerca de acabar con la epidemia”, dijo Chan. “Sería una lástima retroceder justo ahora que hemos avanzado tanto”.
Contexto en Puerto Rico
En Puerto Rico, la respuesta al VIH ha estado históricamente ligada a fondos federales provenientes de programas como Ryan White y diversas iniciativas de los CDC. Recortes o cambios a nivel federal podrían tener un impacto directo sobre poblaciones vulnerables en la Isla, especialmente en comunidades afrocaribeñas, personas trans y usuarios sin seguro médico. Además, la consolidación o eliminación de estructuras como PACHA podría limitar la representación boricua en la toma de decisiones nacionales sobre el VIH.