El Proyecto de la Cámara 165, sometido por la representante Lisie Burgos (Proyecto InDignidad), pretende crear la “Ley para la Protección y Seguridad de la Mujer en Baños Públicos Múltiples”. En la práctica, el proyecto prohibiría los baños múltiples inclusivos, mixtos o neutros en agencias públicas, obligando a dividir todos los baños según el “sexo biológico” –baño de mujeres y baño de hombres . Como justificación oficial, sus promotores alegan prevenir agresiones sexuales contra mujeres. Organismos como la Oficina de la Procuradora de las Mujeres, el Departamento de Justicia y hasta la UPR respaldaron la medida arguyendo que “protege la salud, seguridad y dignidad de las mujeres” . Sin embargo, ninguno pudo presentar datos concretos sobre incidentes en baños inclusivos; de hecho la propia investigación policial citada muestra que la mayoría de los delitos ocurren en espacios privados y por conocidos de la víctima . En conclusión, el P. de la C. 165 nace de temores infundados, no de evidencia real, y castiga a las personas trans, no soluciona la violencia sexual.
Mitos y evidencias: los baños inclusivos no aumentan la inseguridad
Las campañas contra los baños inclusivos plantean escenarios de riesgo que la evidencia nacional e internacional desmiente rotundamente. Por el contrario, numerosos estudios muestran que no hay mayor incidencia de agresiones en baños mixtos. Por ejemplo:
- Un estudio del Williams Institute (UCLA) comparó localidades con leyes de no discriminación (que permiten baños según identidad de género) frente a localidades sin esas leyes. El resultado fue claro: no hubo aumento de crímenes sexuales o de seguridad tras la implementación de baños inclusivos . Ni a nivel estatal ni condal se registró diferencia en las tasas de victimización por parte de extraños.
- En Estados Unidos, un análisis de datos en escuelas secundarias encontró que los jóvenes trans y no binarios cuya escuela les restringe el acceso a baños acorde con su identidad corren un riesgo mucho mayor de agresiones sexuales. El estudio reportó que el 36 % de quienes tuvieron acceso restringido sufrió agresiones, frente al 25.9 % promedio . Este hallazgo sugiere lo opuesto a los temores infundados: negar un baño seguro aumenta la vulnerabilidad de los más jóvenes.
- Organizaciones especializadas apuntan que no existe evidencia de que los baños inclusivos perjudiquen la seguridad de las personas cisgénero, y en cambio sí documentan que las personas trans enfrentan altos niveles de acoso. GLAAD enfatiza que “no hay evidencia de riesgos de seguridad para personas cis cuando personas trans usan baños de acuerdo con su género auténtico; de hecho, las personas trans sufren un riesgo elevado de acoso y violencia” en esos espacios .
- A nivel local, activistas recuerdan que en Puerto Rico no hay registro real de incidentes graves en baños inclusivos. Por ejemplo, en cuatro años de operación en la UPR no se documentó ningún caso que cuestione su efectividad . La única tragedia vinculada al uso de un baño público fue el asesinato de Alexa Torres (mujer trans), víctima de odio y desinformación al intentar usar un baño en 2020 . Lejos de validarse el proyecto de ley, estos casos exponen los costos humanos de la discriminación y la falta de protecciones.
- En suma, la ciencia y la experiencia demuestran que los baños inclusivos no generan más agresiones sexuales. Los estudios lo confirman: las violencias contra las mujeres ocurren en otros espacios (privados, domésticos) , y las políticas que segregan por sexo no han mostrado reducirlas. Presentar la propuesta P. 165 como “protección” es un desfalco argumental: en realidad basa su discurso en estereotipos transfóbicos, ignorando datos clave.
Transfobia institucional y brecha educativa
El P. de la C. 165 no surge en un vacío social: es parte de un patrón de transfobia institucional que niega la existencia de las personas trans y su derecho a la identidad. Esta medida se fundamenta en un esencialismo biológico retrógrado, una visión occidental moderna/colonial del género que impone definiciones rígidas de “hombre” y “mujer” . Como señalan las teóricas decoloniales, el sistema de género moderno fue constitutivo de la colonización , y los rezagos de esa construcción eurocéntrica siguen marcando políticas discriminatorias en el Norte global y el Sur global por igual. En ese sentido, exigir usar el baño según un “sexo biológico” es una herencia de una “colonialidad del género” que invisibiliza a las personas trans y no binarias.
A nivel jurídico, el proyecto choca con principios de igualdad reconocidos. Por ejemplo, la Ley 22-2013 de Puerto Rico prohíbe la discriminación por identidad de género, y la jurisprudencia internacional (como el caso Bostock en EE.UU.) interpreta la discriminación trans como illegal .
Tal como advierte la ACLU, las personas trans deben usar las instalaciones que concuerden con quiénes son , no ser obligadas a adoptar un sexo asignado. Ignorar estos estándares refleja una visión transfóbica: se criminaliza la identidad y se castiga la diversidad.
La falta de educación integral sobre género y diversidad agrava el problema. En Puerto Rico todavía existe una brecha formativa: el sistema escolar y sanitario no prepara adecuadamente para entender la identidad de género. En ausencia de campañas informativas, proliferan mitos que estigmatizan a las personas trans. Los testimonios levantados en la vista pública (por ejemplo, los de Alexa o Ariana en la UPR) fueron recibidos con más cuestionamientos que con empatía. Esto pone al descubierto que, detrás de P. 165, hay miedo e ignorancia institucional y no un genuino interés por la seguridad.
En resumen, el proyecto promueve un discurso patriarcal y binario que no reconoce los derechos ni la dignidad de todas las personas. Al presentarse como protección para “las mujeres”, en realidad excluye y revictimiza a las mujeres trans, niñas, adultos no binarios y otros grupos vulnerables. Desde una perspectiva antirracista y antipatriarcal, no podemos aceptar que se use el argumento de la seguridad femenina para legitimar la homofobia y la transfobia, ni que se invisibilicen las experiencias de nuestras compañeras racializadas, pobres y sin recursos que sufren múltiples formas de violencia.
Costos sociales, económicos y humanos
La prohibición de baños inclusivos acarrea costos de todo orden. En lo social, segmenta a la población y refuerza estigmas: separa “los cuerpos decentes” de “los sospechosos”, profundizando la violencia simbólica contra personas LGBTIQAP+. Las consecuencias humanas son graves: según encuestas internacionales, más de la mitad de las personas trans evitan ir al baño cuando lo necesitan, con efectos en la salud física y mental . En EEUU, el 32 % evita beber líquidos para no tener que usar un baño público, y hasta el 8 % sufre
infecciones urinarias por retenerse . ¿Cómo medir esos daños invisibles?
En lo económico, imponer baños por sexo biológico puede resultar costoso para el Estado. La UPR misma reconoció que ofrecer baños unisex individuales implicaría “costos adicionales” . Dicho de otro modo, la solución sugerida por la universidad encarecería las remodelaciones –mientras que la medida de Burgos podría obligar a invertir en más baños segregados.
Además, las leyes discriminatorias suelen desembocar en litigios y reparaciones futuras. A nivel macro, la discriminación por género también merma la economía: estudios internacionales muestran que la marginación por orientación o identidad “agudiza la marginación económica y con el tiempo deja a muchas personas LGBT sin medios de vida estables” . Una legislación excluyente como P. 165 no genera ingresos o turismo, sino que empobrece y segrega todavía más a nuestras comunidades diversas.
En lo humano, ya hay una tragedia irreparable: el asesinato de Alexa Torres en 2020, mujer trans que intentó usar un baño público sin causar daño alguno, y fue perseguida y asesinada por odio . Ese crimen –el único incidente relacionado con un baño público y una persona LGBT en PR, según activistas– es una muestra de que el peligro verdadero no proviene de la diversidad de género, sino del odio transfóbico latente en nuestra sociedad. Cada día que se criminalice a nuestras hijas, hermanas y amigas trans aumenta el riesgo de más episodios violentos.
Modelos exitosos de baños inclusivos en el mundo
Mientras Puerto Rico debate este retroceso, en muchas partes del mundo y el país hay ejemplos positivos de cómo un baño inclusivo funciona para todes. A nivel local, la Universidad de Puerto Rico ha sido pionera: en abril de 2019 la Escuela de Derecho del Recinto de Río Piedras inauguró el primer baño inclusivo de la UPR . Ese baño, diseñado con cubículos privados de alto nivel, se hizo realidad con fondos de la comunidad universitaria y cumple con la visión de derechos civiles del Título IX estadounidense . Luego, en mayo de 2019 se habilitaron baños inclusivos en otros recintos, como Humacao, con excelente recibimiento por parte de la comunidad estudiantil . Como reporta la propia universidad, “la acogida a los baños por parte del estudiantado fue asombrosa y positiva” . Estos ejemplos locales prueban que sí es posible implementar baños inclusivos con éxito y buenas facilidades, sin incidentes de seguridad.
A nivel internacional hay aún más ejemplos: en ciudades de EE.UU. la tendencia es generalizar los baños unisex. Por ejemplo, la ciudad de West Hollywood (California) convirtió todos sus baños públicos en mixtos . Muchas escuelas y universidades en EEUU ya adoptan políticas de inclusión de género e instalaron baños neutrales en sus instalaciones . Aeropuertos y grandes oficinas también cuentan con baños unisex para agilizar la movilidad y garantizar la seguridad de todes los pasajeros . En México, la Universidad Nacional Autónoma (UNAM) fue de las primeras en habilitar baños neutrales (desde 2018) para que cualquier persona, sin importar su género, los use con comodidad . En España, el Ayuntamiento de Madrid instaló en 2018 baños
públicos unisex accesibles ; otras ciudades como Castellón y Huelva ampliaron y adaptaron sus redes de baños para acabar con la segregación de género . Estos modelos internacionales demuestran que los baños inclusivos existen desde hace años y funcionan incluso mejor: reducen largas colas, facilitan el acceso a personas con discapacidad o con acompañante de otro género, y sobre todo protegen la dignidad de las identidades diversas.
¡Rechazo y políticas inclusivas ya!
Frente a esta amenaza legislativa, es urgente que representantes y ciudadanía actúen con firmeza. Les legisladores tienen el deber de rechazar el P. de la C. 165; la protección de la seguridad pública no exige leyes retrógradas sino políticas basadas en ciencia, derechos humanos y respeto por todes. Les servidores públicos deben escuchar a la comunidad TLGBQIAP+, a expertes en salud y a las organizaciones de derechos, no ceder a una propaganda basada en el miedo. Asimismo, es necesaria una gran campaña de educación y diálogo: las escuelas, medios y espacios públicos deben promover la comprensión de la diversidad de género. Como señala la ACLU y expertes internacionales, el Estado debe garantizar que todas las personas usen los espacios de acuerdo con su identidad.
La ciudadanía también tiene un papel vital: elevemos la voz unide ante esta transfobia institucional. Organizaciones TLGBQIAP+, defensores de derechos civiles, todes les trabajadores y estudiantes podemos exigir espacios seguros para todes. Debemos alertar a vecines, participar en vistas públicas y firmar peticiones que demanden una Puerto Rico sin discriminación. Rechazar el P. 165 es reafirmar el principio de que en Puerto Rico cabemos todes, sin importar género, raza u orientación. No podemos permitir que retrocedan nuestros derechos conquistados. A les representantes les decimos: no legislen con base en prejuicios; legislen pensando en la dignidad humana. ¡Exigimos que se descarte este proyecto y se fortalezcan leyes y prácticas que afirmen nuestras vidas!
Referencias
- El Nuevo Día. (2024). Vista pública sobre proyecto que busca prohibir baños
inclusivos. Disponible en: elnuevodia.com - Ey Boricua. (2024). Organizaciones rechazan el P. de la C. 165 y defienden
baños inclusivos. Disponible en: eyboricua.com - Williams Institute – UCLA School of Law. (2021). Gender Identity
Nondiscrimination Laws and Public Accommodations Safety. Disponible en:
williamsinstitute.law.ucla.edu - Human Rights Campaign. (2022). Debunking the Bathroom Myth: Transgender
People and Public Safety. Disponible en: hrc.org - Departamento de Justicia de EE. UU. (2016). Guía sobre derechos civiles y
acceso a baños para personas transgénero. Disponible en: justice.gov - Metro Puerto Rico. (2023). Costos de baños separados podrían afectar
presupuesto público. Disponible en: metro.pr - Federación LGBTQ+ de Puerto Rico. (2024). Declaraciones públicas sobre el
Proyecto de la Cámara 165.