A pesar de la resonante victoria del candidato Donald Trump, congresistas demócratas insisten en que la lucha por los derechos LGBTQ+, especialmente los derechos trans, continúa
WASHINGTON, DC
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La elección de 2024 fue difícil para los demócratas y especialmente para la comunidad LGBTQ+. Con el expresidente Donald Trump de regreso en la Casa Blanca a partir del 20 de enero de 2025, solo cuatro años después de su insurrección contra el gobierno de Estados Unidos, el futuro parece desafiante. Sin embargo, en medio de la incertidumbre, los líderes demócratas mantienen su compromiso con la igualdad. En un ciclo electoral que presenció un aumento en los ataques contra personas trans y una mayor representación LGBTQ+, figuras como el representante gay y de extracción puertorriqueña de Nueva York, Ritchie Torres, y la representante lesbiana de Vermont, Becca Balint, están dejando en claro que la lucha por los derechos LGBTQ+, especialmente los derechos trans, continúa.
Recién reelegido, Torres ofreció una perspectiva sincera sobre la derrota demócrata: “Perdimos principalmente por razones estructurales, más que por cuestiones individuales,” explicó recientemente. Citó la inflación y la inmigración como factores clave que opacaron prioridades sociales como los derechos LGBTQ+. Sin embargo, Torres enfatizó que los demócratas no retrocederán en la defensa de los derechos trans. “Debemos seguir comprometidos en proteger los derechos civiles de todas las personas, incluyendo la comunidad trans,” aseguró.
Respecto a los atletas trans, Torres reconoció la postura agresiva del Partido Republicano y señaló que “los republicanos han utilizado eficazmente el tema de las personas trans en los deportes contra el Partido Demócrata”. No obstante, Torres subrayó que renunciar al apoyo a los derechos trans no es una opción. Reconoció la necesidad de que los demócratas encuentren una manera efectiva de abordar el tema, pero enfatizó que los derechos trans son innegociables para su partido.
Para Balint, quien defendió con éxito su escaño en Vermont, abandonar el apoyo a la comunidad trans ni siquiera está en discusión. “No, no vamos a abandonar nuestro apoyo a todos los estadounidenses, incluyendo a nuestros amigos, vecinos y familiares trans. Absolutamente no,” declaró. Balint insistió en que los demócratas deben ir más allá de las posturas defensivas al promover un mensaje proactivo de que todos merecen “dignidad y respeto.” Aunque reconoció que los republicanos han explotado hábilmente los temas trans, especialmente en el ámbito deportivo, cree que los demócratas deben enfocarse en conectar personalmente con los votantes para contrarrestar el alarmismo republicano.
Un análisis post-electoral realizado por la Human Rights Campaign y GQR ofrece una perspectiva más amplia sobre el papel de los temas trans en esta elección. Aunque la retórica anti-trans apareció ampliamente en los anuncios de campaña, no fue un factor decisivo para la mayoría de los votantes. El 64% de los votantes recordó ver anuncios criticando a la vicepresidenta Kamala Harris por su postura en cirugías de transición de género financiadas por el estado y los atletas trans, pero solo el 4% señaló los temas trans como un motivo determinante en su voto.
La inmigración, la economía y el descontento general con la administración actual ocuparon posiciones mucho más altas como cuestiones decisivas.
A pesar de los desafíos, Torres y Balint encuentran esperanza en algunos de los avances históricos en representación LGBTQ+ logrados en esta elección. Candidatos apoyados por Equality PAC, como la senadora estatal de Delaware Sarah McBride y la representante estatal de Texas Julie Johnson, hicieron historia, con McBride lista para convertirse en la primera congresista trans y Johnson como la primera voz LGBTQ+ del sur en el Congreso. Torres calificó estos logros como “un rayo de luz en una oscura nube de un segundo mandato de Trump”.
Reflexionando sobre los desafíos que enfrentará la comunidad LGBTQ+, comentó: “Es motivo de celebración que tengamos a la primera congresista trans en Sarah McBride y la primera congresista LGBTQ+ del sur en Julie Johnson”.
“En un momento en el que es probable que Trump emprenda una campaña despiadada de chivos expiatorios y de miedo contra la comunidad trans, la voz de Sarah McBride tomará una urgencia especial,” señaló Torres. “Será una fuerza poderosa contra la intolerancia que representará Donald Trump”.
Balint, quien calificó la campaña como “una de las más racistas, sexistas, transfóbicas y oscuras” en la historia moderna, destacó el papel devastador de la desinformación en la generación de animosidad hacia las personas LGBTQ+. Instó a los aliados a defender de manera más contundente a los estadounidenses LGBTQ+. “No basta con quedarse en un lugar de amabilidad y tolerancia,” dijo. “Las personas queer, trans y de color se están despertando hoy sintiéndose en peligro. Necesitamos una declaración firme de que vamos a estar con ellos”.
A pesar de los obstáculos, Torres mantiene la esperanza, insistiendo en que “la lucha por la igualdad no es una carrera de velocidad; es un maratón”.