Una clausura poderosa para el True Colors Fest 2025
Por Sirio A. Álvarez, Pride Society Magazine
Con “Dualidad y Castigo”, el True Colors Fest 2025 cierra su cartelera con una propuesta profundamente espiritual y abiertamente política. La obra, escrita por Edwin Yumar Rosario y Edwin Ocasio, pone sobre el escenario una confrontación entre fe y verdad, jerarquía y justicia, amor y dogma. Bajo la dirección de Miguel Vando, la puesta en escena se convierte en un grito contenido, pero firme, contra la exclusión sistemática dentro de una institución que predica el amor, pero no siempre lo practica.
La historia gira en torno al Padre Eduardo (interpretado por el propio Edwin Ocasio), un sacerdote homosexual que ha hecho los mismos votos de castidad que sus colegas, pero cuya orientación lo convierte en blanco de sospechas y exclusión. Es una Iglesia Católica en proceso de transición, inspirada por el espíritu de apertura del papa Francisco, pero aún resistida por sectores más rígidos. Padre Eduardo representa una nueva espiritualidad: una fe profunda y auténtica que no niega su humanidad. Ocasio nos brinda un personaje centrado, elocuente, firme pero tierno, un cura creíble y digno de cualquier parroquia.
Frente a él se alza el Cardenal Montes (Gerardo Ortiz), figura de autoridad tradicional que busca preservar la rigidez doctrinal, incluso al costo de silenciar voces como la del Padre Eduardo. Al primer actor Gerardo Ortiz, muy en contra de sus principios, los papeles de cura le van de maravilla. Su seriedad, su voz y su sola presencia llenan el escenario de verdad y credibilidad.
Completan el núcleo dramático la Hermana Luna (Aidita Encarnación), veterana de la institución que, aunque marcada por el tiempo, no ha perdido su convicción ni su voz. Encarnación lleva en su voz y actuación gran peso de los cuestionamientos de esta obra y ella lo hace de manera magistral. Es un personaje hecho a la medida para la calidad actoral de ella. Por último, el joven Padre Luis (Esteban Calderón), recién llegado de Roma y aún sin cicatrices, cuya llegada parece un presagio de nuevas tensiones. Calderón nos presenta una actuación muy jovial, alegre y llena de cuestionamientos. El joven actor, pero con trayectoria, complementa muy acertadamente el trabajo de sus veteranos compañeros de escena.
Estos cuatro actores, se compenetraron de tal forma, que logran un trabajo, limpio, honesto y de altura. Logran que el público sean ojos y oídos detrás de las ventanas de las oficinas de la iglesia. Más allá de los conflictos personales, la obra levanta una denuncia clara: si el celibato exige anular la sexualidad, ¿por qué solo se castiga a quienes aman diferente? ¿Por qué se permite que la homosexualidad anule la vocación, si el acto es el mismo: el sacrificio de uno mismo por la fe?
La dirección de Miguel Vando acierta al mantener un tono contenido pero cargado de significado, mientras que el diseño escénico de Edwin Batista y José M. Díaz crea un ambiente sobrio, casi claustral, que subraya los silencios, las miradas y los juicios no dichos. El diseño y creación del piso del escenario es una obra de arte. La iluminación de Ana Salgado, el vestuario de Miguel Vando, el maquillaje de Carlos Muñoz y el sonido a cargo de Edwin Batista suman al relato un lenguaje visual y auditivo que respalda el peso temático.
El resultado es una obra que no ofrece respuestas fáciles, pero sí plantea preguntas urgentes. “Dualidad y Castigo” no solo cierra el festival, lo corona. Es un viaje hacia el corazón de la institución, en el que se revela que lo más sagrado puede ser también lo más humano.
Esta excelente producción se presenta este hoy y sábado a las 8:30 p.m. y domingo en matiné a las 4:00 p.m., en la Sala Experimental del Centro de Bellas Artes de Santurce. Con esta producción se concluye exitosamente y por todo lo alto el True Colors Fest 2025, de la producción general de Aníbal Rubio Rodríguez.

