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El lado oscuro de la fe sube a escena en “Dualidad y Castigo”

El primer actor Gerardo Ortiz interpreta al poder opresor en una obra que cuestiona la humanidad negada dentro de la Iglesia

SAN JUAN, Puerto Rico

Por Julio V. Núñez, Pride Society Magazine

La esperada pieza teatral Dualidad y Castigo será parte de la programación del True Colors Fest y subirá a escena del 17 al 20 de julio en el Centro de Bellas Artes de Santurce, con las actuaciones centrales del primer actor Gerardo Ortiz, Aida Encarnación, Esteban Calderón y el regreso a escena de Edwin Ocasio, todos bajo la dirección de Miguel Vando y la producción de Contraparte.

Con una historia profundamente vinculada a la fe, la espiritualidad y el poder, Dualidad y Castigo aborda el conflicto interno de un sacerdote homosexual, el Padre Eduardo, interpretado por Edwin Ocasio. Fiel a su vocación y comprometido con su voto de castidad, el sacerdote enfrenta la visión rígida del Cardenal Montes, personaje que interpreta Gerardo Ortiz, quien representa una postura fundamentalista dentro de la jerarquía eclesiástica. Es el personaje que representa el poder opresor.

“Es lo opuesto a lo que soy yo, Gerardo, quien a su vez fue el católico perfecto, de la misa dominical, de rezar el rosario, fui monaguillo… tengo parientes que son monjas, un primo segundo de mi mamá fue obispo de Arecibo… Vengo de una familia religiosa por completo. Sin embargo, guardaba muchos cuestionamientos, como por qué debo confesarme o por qué no llevaba a mis hijos a misa y otros que me los guardaba, para que no se me dijera que tenía falta de fe. La fe no cuestiona y yo tenía muchas dudas y preguntas”, apuntó el actor al agregar que es por esa “fe” que la Iglesia coacciona a lo que se viene a denominar como “el rebaño”. “Entonces viene la parte cuando cuestionas todas las contradicciones de la iglesia, entonces pasas a ser el malo”, comentó en entrevista con Pride Society Magazine.

La trama plantea una confrontación entre dos visiones de la fe y pone sobre la mesa el debate contemporáneo sobre la inclusión dentro de la Iglesia Católica. “Cuando me ofrecen el personaje de inmediato dije que sí… El Cardenal Montes es la voz de lo que tanto he criticado, especialmente la continuidad en los dogmas de siempre, la resistencia al cambio y a la inclusión dentro de la Iglesia Católica, a la familia como ente unificador de la sociedad más allá del matrimonio tradicional; queda en el aire el amor y a las parejas igualitarias, a la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Él representa la institución, cuyas decisiones son total y absolutamente políticas para así mantener -esa institución- y la corrupción que representa. Este cardenal está ahí para eso”, sostuvo.

La trama plantea una confrontación entre dos visiones de la fe y pone sobre la mesa el debate contemporáneo sobre la inclusión dentro de la Iglesia Católica.

“Esta obra es tremendamente vigente. En un momento en que la Iglesia Católica enfrenta tensiones internas sobre la homosexualidad y su lugar dentro de la fe, personajes como el Cardenal Montes y el Padre Eduardo representan dos visiones en conflicto. El Papa Francisco abrió un espacio de diálogo más inclusivo, pero esa apertura está bajo amenaza. La pieza muestra justamente esa lucha: el intento de silenciar a quien, como el Padre Eduardo, vive su fe desde la honestidad y la aceptación de su identidad. Y plantea una pregunta incómoda: ¿puede la iglesia seguir negando la humanidad de quienes son parte de ella?”, preguntó.

A renglón seguido indicó que su personaje sabe lo que hay dentro de la iglesia, como muchos en la vida real, pero que nunca atentarán contra la institución porque eso crearía “un sisma” que movería los cimientos de una institución que se ha mantenido “en pie gracias a la manipulación”. A su juicio todas las propuestas teatrales del True Colors Fest, sean dramas o comedia, lo que hacen es enfrentar al público con la hipocresía.

Mientras, el personaje de la hermana Luna, encarnado por Aida Encarnación, aporta una perspectiva independiente al interior de la institución religiosa, mientras que la llegada del joven Padre Luis (Esteban Calderón), recién graduado en Roma, introduce nuevos elementos de tensión en esta compleja dinámica de poder y creencias. “La hermana Luna y el Cardenal tienen unas escenas fuertes e intensas, ella no se le queda callada al Cardenal Montes, ella se va por encima del protocolo y la jerarquía eclesial y lo confronta… pero al final es él quien tiene la última palabra. Tenemos escenas muy intensas, lo que nos decimos en personaje es demoledor”, adelantó.

Basada en una idea original de Edwin Ocasio, con dramaturgia de Edwin Yumar Rosario y diálogos desarrollados en estrecha colaboración entre ambos creadores, Dualidad y Castigo puede ser descrita como un viaje teatral que explora la relación entre fe, poder y razón.

Estrenada originalmente en 2016 en el Shakespeare Theatre de la Florida Central como parte del Fuerza Fest de Hispanic Federation, la obra regresa ahora a los escenarios puertorriqueños en un momento en que los debates sobre diversidad sexual y espiritualidad continúan ocupando un lugar central en la discusión pública.

“La cartelera del True Colors Fest está compuesto por textos que deberían ser disfrutados por toda la familia. Son piezas que invitan a la reflexión, a romper mitos, a hacer un mundo más de todos y para todos”, opinó.

Los boletos ya están disponibles a través de Ticket Center y en la boletería del Centro de Bellas Artes.

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