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El mundo lamenta la muerte del Papa

El Papa Francisco, líder reformista y defensor y aliado de la dignidad humana

CIUDAD DEL VATICANO, Roma

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El Papa Francisco, reformista argentino que sacudió los cimientos tradicionales de la Iglesia Católica y se convirtió en una figura emblemática para los sectores progresistas por su acercamiento a las personas LGBTQ+, su defensa de los migrantes y su compromiso con los más pobres, falleció este lunes a los 88 años, informó el Vaticano.

La noticia fue anunciada por el cardenal Kevin Farrell, quien detalló que “a las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”. En su declaración, el cardenal destacó que el pontífice “nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados”.

Foto Vaticano News | Internet

Francisco será velado en ataúd abierto en la Basílica de San Pedro, pero será enterrado, conforme a su voluntad, en la antigua Basílica de Santa María la Mayor, fuera de los muros vaticanos.

Su sucesor será elegido en un cónclave de cardenales, reunidos en estricto aislamiento dentro del Vaticano.

Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, hijo de inmigrantes italianos, fue ordenado sacerdote jesuita en 1969 y ascendió rápidamente en la jerarquía eclesiástica. En 2013, se convirtió en el Papa número 266, sucediendo a Benedicto XVI y marcando una serie de hitos: el primer jesuita, el primer pontífice no europeo en más de mil años, y el primero proveniente del continente americano.

Su papado fue profundamente transformador. Asumió una Iglesia sacudida por escándalos de abusos sexuales y problemas financieros, y enfrentó estos retos con reformas al derecho canónico y llamados constantes a la transparencia. Sin embargo, también fue criticado por sobrevivientes de abusos que consideraron insuficientes sus medidas.

Francisco también se destacó por su postura ante temas sociales contemporáneos. Fue uno de los pocos pontífices en dirigirse al Congreso de Estados Unidos, donde hizo un firme llamado a combatir el cambio climático. Durante la pandemia, se enfrentó a sectores conservadores al promover la vacunación como un acto de responsabilidad colectiva.

En el ámbito LGBTQ+, Francisco dejó un legado sin precedentes dentro del Vaticano. Desde su célebre frase de 2013 “¿Quién soy yo para juzgar?” en referencia a las personas homosexuales, hasta su aprobación en 2023 para que sacerdotes bendijeran parejas del mismo sexo —aunque sin equipararlas al matrimonio—, su papado marcó un giro significativo en el trato pastoral hacia esta comunidad. También condenó las leyes que criminalizan la homosexualidad y abogó por el respeto y la dignidad de todas las personas, sin importar su orientación sexual.

Aun así, mantuvo posturas tradicionales en otras áreas: se opuso firmemente al aborto, defendió el celibato clerical y se resistió a la ordenación de mujeres, aunque promovió su inclusión en espacios de liderazgo dentro de la Iglesia.

Francisco será recordado por haber intentado tender puentes entre la doctrina y la compasión, abriendo espacios de diálogo donde antes había silencio.

En Puerto Rico, la Federación LGBTQ+ lamentó profundamente su fallecimiento y lo describió como “el Papa más trascendental en la historia de la humanidad”. Pedro Julio Serrano, presidente de la organización, expresó que Francisco fue “un aliado de la equidad, humanidad y dignidad de las personas LGBTQ+ a través, no tan solo de su pontificado, sino de su vida”.

Serrano recordó algunos de sus gestos más significativos: permitir que personas trans fueran bautizadas y participaran como madrinas o padrinos, autorizar bendiciones a parejas del mismo sexo, y recibirlas en el Vaticano. “Ojalá que su sucesor siga ese camino de verdadero amor y solidaridad”, concluyó el activista, haciendo un llamado a los líderes políticos y religiosos del país a abandonar la persecución contra la comunidad LGBTQ+.

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