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Ernesto Javier Concepción ante el reto de “Vigilia”

El actor asegura que este texto tiene una altísima dosis de humor negro

SAN JUAN, Puerto Rico

Por Julio V. Núñez, Pride Society Magazine

De un tiempo a esta parte, el tema de la soledad del ser humano ha sido una constante en muchos frentes. Muy especialmente, el tema se calentó desde la pandemia del COVID y el consabido encierro que todo el mundo sufrió. Desde ese entonces, este asunto se ha discutido, más como tema del día o la semana que como agenda urgente que se deba atender con prontitud.

Ese es el tema medular del drama Vigilia, de Morris Panych, pieza con la que inicia el Festival de Teatro de la Mujer, en el Braulio Castillo de Bayamón, estelarizada por dos primerísimos actores: Lillian Hurst y Ernesto Javier Concepción.

Kent suelta todo lo que tiene al enterarse de la gravedad de su tía Grace, una mujer bien entrada en la tercera edad y en soledad extrema, capaz de todo para evitar sentirse así.

Concepción, uno de los más destacados actores de su generación, encarnará a Kent, un hombre que viaja desde muy lejos para visitar -luego de 30 años de ausencia- a su tía Grace, que vive sus últimos días. “Es un hombre de mediana edad, banquero, con una visión de mundo muy particular, es un enigma producto de una crianza fuera de toda normalidad. Vive centrado en sus propias ocurrencias, de su propia idiosincrasia, de opiniones muy firmes. Vive como ha querido vivir, pero está solo y aislado en una gran ciudad”, explica el actor al describir el personaje en pocas palabras.

Kent suelta todo lo que tiene al enterarse de la gravedad de su tía Grace, una mujer bien entrada en la tercera edad y en soledad extrema, capaz de todo para evitar sentirse así. “Kent se enfrenta a esta difícil tarea de tener que cuidar a una mujer acostumbrada a sus cosas, sus condiciones, sus manías, sus silencios… Poco a poco, según avanza el texto, se presentan las condiciones del cuidador que llega al rescate de una tía, pero a quien poco a poco se le va complicando ese cuido”, agrega al asegurar de que este texto tiene una altísima dosis de humor negro. “El público se va a reír de situaciones en las que en la vida real no se atrevería”, adelanta.

Hace unos tres años surgió la idea de este encuentro escénico.

Regresar al escenario en compañía de la primera actriz Lillian Hurst lo considera un gusto. “Hace más o menos tres años que ella me presentó el texto, porque vio la obra montada. Me dijo que estaría encantada de hacer la pieza conmigo. Es un texto que me requirió contar con tiempo para poder ensayar y aprendérmelo. Es un trabajo bien retante, es intenso, eso es un gran gusto. En este trabajo, en esta dinámica de estos dos personajes vamos descubriendo cosas, ángulos y sentimientos día a día, vemos colores nuevos, aunque estén anclados en mucho dolor”, asegura el actor que en 2024 actuó en la comedia Perfectos desconocidos y el musical La Familia Addams y que en este 2025 ya tiene confirmados, al menos, tres eventos teatrales.

Para cerrar, el actor asegura que está encantado con la dinámica lograda tanto con Lillian Hurst como con el director Miguel Vando, con quien es la primera vez que trabaja. “Ha sido estupendo este encuentro con Miguel, ha creado una atmósfera de mucho compromiso y disciplina. Tiene un estilo de trabajo muy limpio y muy abierto a encontrar cosas nuevas en cada ensayo. Con Lillian igual, ella es una mujer muy sabia con una personalidad muy particular, con unas grandes ocurrencias, con una trayectoria impresionante y diversa, es observadora y atenta a detalles que a otros se nos puedan escapar. Me alegra mucho que se le dedique este festival, es más que merecido”, expresa.

Esta edición del Festival de Teatro de la Mujer se le dedica a la primera actriz Lillian Hurst.

La producción de Vigilia es de Edwin Ocasio para Contraparte, la regiduría y diseño de sonido es de Edwin Batista, asistencia de dirección de José Caro, utilería de Gregorio Barreto y luces de Ana Salgado. Los boletos para asistir a Vigilia están disponibles en Ticketera.

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