Según Serrano, el texto que se espera sea considerado en el pleno senatorial contiene disposiciones aún más peligrosas que las incluidas en el proyecto original
SAN JUAN, Puerto Rico
La Federación LGBTQ+ de Puerto Rico denunció que el Proyecto del Senado 1, mejor conocido como el proyecto de “libertad religiosa”, abriría la puerta al discrimen legalizado contra personas trans al eliminar explícitamente la identidad de género como categoría protegida. Se supone que esta medida legislativa sea considerada por el pleno del Senado en su sesión de hoy.
La medida, que se espera sea considerada próximamente en el hemiciclo del Senado, fue radicada por los senadores Joanne Rodríguez Veve y Thomas Rivera Schatz, dos legisladores que han sido consistentemente contrarios a las protecciones legales para las comunidades LGBTQ+ en Puerto Rico.
Rodríguez Veve, senadora del Proyecto Dignidad, ha liderado múltiples esfuerzos legislativos que buscan limitar los derechos de las personas LGBTQ+ con el discurso de proteger la libertad religiosa, mientras que Rivera Schatz, del Partido Nuevo Progresista, ha bloqueado repetidamente medidas contra el discrimen por orientación sexual o identidad de género durante su presidencia en el Senado.


“Han eliminado a la identidad de género como una categoría protegida de discrimen de cualquier alcance de esta medida. Esto pone en un mayor estado de vulnerabilidad a las personas trans en Puerto Rico, abriendo —de par en par— las puertas al discrimen legalizado”, denunció Pedro Julio Serrano, presidente de la Federación LGBTQ+ de Puerto Rico.
Según Serrano, el texto que se espera sea considerado en el pleno senatorial contiene disposiciones aún más peligrosas que las incluidas en el proyecto original.
Por su parte, Jennifer Orellana, secretaria de la organización, alertó que los proponentes han afirmado que la medida no se usaría para discriminar, pero la realidad demuestra lo contrario. “No tan solo podrán negarse a dar servicios a personas LGBTQ+, sino que la supuesta protección en contra del discrimen contenida en la medida elimina a las personas trans”, puntualizó.
Ambos portavoces coincidieron en que esta legislación responde a presiones de sectores religiosos fundamentalistas y no a un interés genuino por proteger la libertad religiosa. “Ya basta de usar a la comunidad trans como balón político para complacer a un sector radical fundamentalista que quiere imponer su visión de vida a través de nuestras leyes”, sentenciaron.
La Federación hizo un llamado urgente al Senado a rechazar la medida, argumentando que su aprobación representaría un retroceso sin precedentes en los derechos humanos en la Isla.