Cuando hablamos de elecciones en Puerto Rico, a menudo nos enfocamos en el estatus político, las propuestas económicas o los problemas energéticos. Sin embargo, hay un aspecto fundamental que a veces pasamos por alto: la importancia de votar por candidates que apoyen y promuevan políticas inclusivas para la comunidad LGBT+. A veces pensamos que estos asuntos son menos importantes porque: ser LGBT+ no es lo único que me define como persona, mantener mi trabajo o mi estatus es más importante, establecer mi ideal político a través del voto a un partido envía un mensaje, continuar con mis beneficios del PAN, WIC o vivienda solo lo consigo con ciertos partidos políticos u otras razones que se resumen en el manejo de nuestros estigmas internalizados, una socialización política que no se respalda con evidencia de lo que históricamente hemos vivido o porque siempre lo hemos hecho así.
¿Por qué esto es crucial? Porque la política no es solo sobre números y porcentajes; se trata de las vidas de las personas. Une candidate que aboga por la diversidad y la inclusión está comprometide no solo con los derechos de la comunidad LGBT+, sino también con la construcción de una sociedad más justa y equitativa para todes. La visibilidad y el apoyo a los derechos de las personas LGBT+ son fundamentales en un Puerto Rico que necesita sanar y unirse luego de años de experiencias traumáticas como los huracanes, el verano del 2019, la pandemia del COVID 19, los terremotos en el sur, etc.
Cuando les funcionaries promueven políticas inclusivas, envían un mensaje poderoso: que todas las identidades y orientaciones sexuales son valiosas y merecen respeto. Cuando no lo hacen, vemos que realizan investigaciones donde no nos visibilizan, no atienden nuestras necesidades (que en muchos casos son diferentes a las poblaciones heterosexuales y cisgénero) y por estas realidades y otras, nuestra salud y calidad de vida se ven afectadas.
Es fácil pensar que las propuestas de estatus político o los planes económicos son más urgentes, pero olvidamos que el bienestar social y emocional de la comunidad afecta directamente la salud de nuestra economía. Las personas que se sienten aceptadas y protegidas en su entorno son más propensas a contribuir positivamente a la sociedad. En contraste, la discriminación y el miedo solo fomentan la desigualdad y la división.
Además, al apoyar a candidates que cuenten con políticas claras en favor de la comunidad LGBT+, promovemos una cultura de respeto y aceptación que beneficia a todes. Estas políticas incluyen la protección contra la discriminación en el trabajo, los currículos inclusivos en la educación en todos los niveles, la facilitación de los procesos de transición de personas trans, el acceso a servicios de salud y la erradicación del discrimen y el estigma en los servicios del gobierno. Cada uno de estos aspectos es vital para el desarrollo de una comunidad fuerte e integrada.
Por lo tanto, al entrar a la urna, es fundamental que pensemos en nuestras necesidades inmediatas, pero sobre todo en el tipo de sociedad que queremos construir. Un voto consciente es un voto que tiene en cuenta a todos los sectores de la población. No se trata solo de la lucha por los derechos LGBT+, sino de la lucha por un futuro en el que todes tengamos cabida.
Porque al final del día les candidates que creen en la equidad LGBT+ tienden a tener una visión de gobierno que cobija a las mujeres, las personas con diversidad funcional, las personas racializadas y las demás poblaciones vulneradas en este país.
En resumen, cada vez que elegimos a alguien que defiende nuestros derechos, estamos eligiendo un futuro donde la diversidad no solo se tolera, se celebra. Así que este año, recuerda: tu voto cuenta y puede marcar la diferencia en la vida de muches.
Entonces, antes del 5 de noviembre de 2024, infórmate sobre les candidates que realmente apoyan la diversidad y la inclusión. Pregunta, investiga y, sobre todo, reflexiona sobre el impacto que tu voto puede tener en la vida de miles de puertorriqueñes. Votar por líderes que priorizan la inclusión no solo es un acto de apoyo a la comunidad LGBT+, sino un paso hacia un Puerto Rico más unido y fortalecido. ¡Que no te tiemble la mano!