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Una comedia con nombre, apellido… y caos

“El Nombre” es mucho más que una discusión sobre cómo llamar a un hijo: es una bomba de tiempo disfrazada de cena familiar

SAN JUAN, Puerto Rico

Por Sirio Álvarez, Pride Society Magazine

La aguda comedia francesa Le Prénom, de Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patellière, se instala en el corazón del Viejo San Juan gracias a una adaptación teatral puertorriqueña que, sin perder la estructura original, la impregna de sabor local, carácter caribeño y una honestidad descarnada.

El Nombre se estrenó en septiembre de 2010 en París, donde rápidamente se convirtió en un éxito de taquilla y crítica. Su ágil estructura de comedia de salón, basada en una cena familiar que se transforma en confrontación emocional, ha sido celebrada internacionalmente. La obra ha sido adaptada en países como España, Argentina, Italia, Alemania, y Reino Unido, y fue llevada al cine en 2012 por sus propios autores. Su poder radica en cómo una simple discusión —el nombre que una pareja piensa ponerle a su hijo— sirve de detonante para revelar secretos, rencores y verdades silenciadas entre amigos y familiares.

En 2025, la pieza llega a Puerto Rico en una versión dirigida por Emineh de Lourdes, con adaptación de Alfonsina Molinari, bajo la producción de Producciones Girasol, manteniendo su vigencia y capacidad de resonar con el público local desde lo universal de sus conflictos. Con la dirección meticulosa de De Lourdes, la pieza se convierte en un festín escénico en el que cada gesto, pausa y revelación ha sido cuidadosamente tejido para provocar tanto la risa como la incomodidad. El dinamismo de la puesta se ve realzado por la excepcional escenografía de Miguel Rosa, que recrea con fidelidad y elegancia un apartamento en el Viejo San Juan: amplio, cargado de historia, con detalles arquitectónicos que evocan calidez y encierro a la vez. Es un hogar que se convierte en campo de batalla emocional. La escenografía parece una postal en la que cada actriz y actor parecen parte de la decoración.

Esta gran producción continua el próximo fin de semana con dos funciones, sábado 17 de mayo a las 8:30 p.m. y domingo 18 de mayo a las 4:00 p.m., en la sala de Drama del Centro de Bellas Artes de Santurce.

El reparto es un lujo de precisión y autenticidad, cada uno da el 100% en esta obra. Este libreto no tiene buenos o malos, como en la vida misma, cada personaje tiene su nombre y su secreto que salen a la luz en una cena familiar:

  • Pedro (Jorge Castro), cuñado del futuro padre, un académico con aires de progresista cuya paciencia es puesta a prueba. Es un hombre estructurado, algo altanero, con una visión moral clara y pocas herramientas para manejar el caos. Castro encarna con carisma ese perfil de hombre que intenta imponer orden desde el juicio… y termina viéndose desbordado.
  • Isabel (Alfonsina Molinari), hermana de Vicente y esposa de Pedro, es la anfitriona paciente y multitask, la mujer que sostiene todo, hasta que deja de hacerlo. Molinari brilla con una interpretación profunda y medida, que crece hacia un clímax emocional en donde su voz —la voz de tantas mujeres que han callado por años— se impone con fuerza. Su monologo final es una de los puntos más emocionales de la obra.
  • Carlos (Ernesto Concepción), el amigo de la infancia, ofrece una actuación cargada de matices. Es el observador gentil que guarda un secreto inesperado. Concepción logra una transformación conmovedora que deja al público en silencio. Concepción le da al personaje un carisma contagioso, convirtiéndolo en el tipo que todos invitan y a quien todos terminan queriéndolo callar.
  • Vicente (Carlos Vega) el hermano provocador y sarcástico, es el verdadero motor del caos. Como futuro padre, llega al apartamento con un nombre en mente que desata la noche entera. Vega ofrece una actuación seductora, con ese tono provocador que esconde heridas más profundas. Su dominio del humor es certero.
  • Ana (Mariana Quiles), esposa de Vicente y madre en espera, llega tarde, con una gran sonrisa, pero su presencia desencadena la conversación más difícil de la noche. Quiles logra que Ana sea clara, decidida y tierna a la vez; una mujer moderna que ya no está dispuesta a que hablen por ella.

La adaptación al español, también a cargo de Alfonsina Molinari es eficaz: mantiene la estructura original, pero acomoda los diálogos con frases, ritmos y silencios que se sienten nuestros. El diseño sonoro, el vestuario, las luces y la ambientación contribuyen a crear una atmósfera viva y reconocible.

El Nombre es mucho más que una discusión sobre cómo llamar a un hijo: es una bomba de tiempo disfrazada de cena familiar. Y en esta versión puertorriqueña, estalla con toda la fuerza del buen teatro: inteligente, cercano y transformador.

Esta gran producción continua el próximo fin de semana con dos funciones, sábado 17 de mayo a las 8:30 p.m. y domingo 18 de mayo a las 4:00 p.m., en la sala de Drama del Centro de Bellas Artes de Santurce. La verdad es una gran presentación de Producciones Girasol. Que siga vivo el gran teatro puertorriqueño.

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