Ni la lluvia ni Trump frenaron la protesta LGBTQ+ en Washington
WASHINGTON, DC
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Tras los festivos y coloridos desfiles del sábado, el cierre de World Pride 2025 en la capital federal estuvo marcado por un tono más combativo. Miles de personas se congregaron la mañana del domingo, bajo un cielo gris, frente al monumento a Lincoln para participar en un mitin y marcha de protesta.
La comunidad LGBTQ+ busca fortalecer su unidad ante los retos que enfrenta bajo la nueva administración del presidente Donald Trump.
“Esto no es solo una fiesta”, afirmó Ashley Smith, presidenta de la junta directiva de Capital Pride Alliance. “Este es un acto por nuestras vidas”.
Smith reconoció que la asistencia internacional al evento bienal fue significativamente menor este año. Muchos posibles participantes evitaron viajar a Estados Unidos por temor a ser acosados o como forma de protesta contra las políticas de Trump.
“Eso debería inquietarnos y movilizarnos”, añadió Smith.
Durante la manifestación, activistas LGBTQ+ fueron ovacionados desde la tarima, mientras ondeaban banderas del orgullo tradicional y otras que representaban a comunidades trans, bisexuales, intersexuales, entre otras. Muchos asistentes llevaban purpurina y piedras brillantes en el rostro. Las pancartas exhibían mensajes como “Resistir”, “Ser gay es bueno”, “Prohíban las bombas, no los baños” y “No permitiremos que nos borren”.
Las ofensivas del presidente Trump contra las protecciones para las personas trans y sus frecuentes ataques a los espectáculos de drag han generado un clima de tensión, que algunos esperan canalizar hacia una nueva etapa de activismo en las calles.
“Las personas trans solo quieren ser amadas. Todos queremos vivir nuestras vidas y no entiendo cuál es el problema con eso”, expresó Tyler Cargill, quien asistió con un elaborado disfraz que incluía un sombrero coronado por una réplica del Capitolio de Estados Unidos.

Por su parte, Wes Kincaid condujo casi seis horas desde Charlotte, Carolina del Norte, para participar. Sentado en un banco del parque cerca del estanque reflectante, comentó: “Este año es más importante que nunca estar presentes por nuestra comunidad”.
Las señales de los recortes en programas gubernamentales federales también estuvieron muy presentes. Un manifestante portaba una enorme bandera arcoíris junto a una bandera de USAID; otro sostenía un cartel que decía “Orgulloso trabajador federal gay”; y un tercero desplegaba un paraguas decorado con los logotipos de diversos programas federales que enfrentan recortes, incluido el de PBS.
El discurso anti-trans de Trump avivó temores de violencia o protestas contra los asistentes a World Pride. Durante la primavera circularon rumores de que el grupo ultraderechista Proud Boys planeaba interrumpir las celebraciones.
Ante estas preocupaciones, los organizadores instalaron vallas de seguridad alrededor del evento de dos días en varios bloques de la avenida Pennsylvania.
Hasta el momento, el único incidente registrado fue el vandalismo contra un bar queer la semana pasada. Además, en la noche del sábado ocurrieron dos actos violentos cerca de Dupont Circle, uno de los principales puntos de celebración. Dos menores fueron apuñalados y un hombre recibió un disparo en el pie, en hechos separados. La Policía Metropolitana indicó que no está claro si estos incidentes guardan relación directa con World Pride.
Alrededor del mediodía del domingo comenzó a caer una fría lluvia que obligó a acortar los discursos y a preparar la marcha. Algunos asistentes se retiraron, mientras que otros permanecieron agrupados bajo paraguas e impermeables.
“La lluvia no nos detendrá; después de la lluvia, vienen los arcoíris”, proclamó una de las oradoras desde el escenario.
Las críticas no se limitaron al gobierno de Trump o al Partido Republicano. Algunos manifestantes también señalaron a políticos demócratas que, a su juicio, no han defendido con suficiente firmeza los derechos de la comunidad LGBTQ+.
“Tenemos que denunciar a quienes han abandonado nuestro movimiento”, sostuvo Tyler Hack, del Christopher Street Project. “Ser demócrata implica más que una afiliación partidaria; significa apoyar sin reservas a la comunidad trans”.
Mientras la marcha principal se dirigía hacia el Capitolio, un grupo separado se encaminó a la Casa Blanca desplegando una gran pancarta que decía “TRUMP DEBE IRSE YA”.

Quienes decidieron resistir bajo la lluvia afirmaron que su presencia en estas condiciones era fundamental.
“La gente sigue aquí, pese a la lluvia y al cansancio”, señaló Gillian Brewer, estudiante universitaria de física de Silver Spring, Maryland. “No nos vamos a ir”.
Brewer expresó cierta frustración por la baja participación en la marcha del domingo en comparación con el desfile de World Pride del día anterior, al que decidió no asistir. “Esto es más importante”, aseguró. “Uno puede celebrar todo lo que quiera, pero al final del día, es gracias a la protesta que podemos celebrar”.
Natalie Farmer, quien viajó desde San Diego junto a su esposa, atribuyó la diferencia en la asistencia al cansancio tras la celebración del sábado. “Algunos tenemos que encargarnos de la parte de lucha para que la fiesta continúe”, dijo. “Cada quien pelea a su manera”.
