Su personaje fue el vehículo perfecto para que esta actriz pase a ser, de ahora en adelante y con todas las de la ley, la primera actriz Alfonsina Molinari
SAN JUAN, Puerto Rico
Por Julio V. Núñez, Director Editorial
En la Sala Experimental Carlos Marichal del Centro de Bellas en Santurce sigue en cartelera el monólogo Primera Vista, versión de Prima Facie de Suzie Miller, que cuenta con la actuación protagónica de Alfonsina Molinari.
Su personaje de la abogada Laura Sofía Robles Colón fue el vehículo perfecto para que esta actriz pase a ser, de ahora en adelante y con todas las de la ley, la primera actriz Alfonsina Molinari.
Primera Vista es una mirada profunda y sin contemplaciones al sistema legal, en el que quizá de cumple con la ley, pero no con la justicia; un retrato posiblemente aterrador de la frialdad con que la clase togada maneja una profesión en la que es más importante la verdad legal -y su instinto legal- más que cualquier otra consideración. Es decir, independientemente de la verdad y la justicia, lo importante es ganar, no perder o llegar en segundo lugar.
En las primeras escenas de la pieza de la función presentada ayer domingo, Molinari del saque ocupó el escenario con aplomo y determinación, moviéndose por el escenario de esta sala-arena con maestría y conocimiento de su espacio. Era evidente cierta complicidad entre la directora Mariana Quilés-Fabián y la actriz, en ese juego de movimientos abarcando todo el escenario de manera muy eficaz y sin perder, en momento alguno, el ritmo de la obra.
Laura Sofía Robles Colón es una abogada de defensa, de extracción pobre, que llega a convertirse en una respetable profesional, con especialidad en casos de violencia de género y abuso sexual. Ella hace alarde de cómo construye los casos a favor de sus representados, buscando siempre cómo resquebrajar la narrativa de la víctima, sembrar las dudas razonables y, ¡zas!, sacar absuelto al acusado. Su desempeño la hace descollar en el ranking profesional al punto de recibir ofertas de otro prestigioso bufete del país. Dinero a la vista.
Todo iba miel sobre hojuelas… hasta que luego de una noche de copas una noche loca, es víctima de violación por un compañero abogado, con quien ya había tenido relaciones sexuales consentidas previamente. Es entonces cuando Laura Sofía Robles Colón conoce el duro, cruel y ruin sistema que hace posible que las víctimas de abuso sexual y violencia doméstica sean revictimizadas, por un sistema legal patriarcal en el que han sido hombres los que han escrito las leyes que atienden este mal social; un sistema en el que van a perder lo poco que les quede por perder. Entonces, todo su andamiaje emocional y su mundo profesional, sobre el que descansaba su vida y conciencia, se vinieron abajo. Es así como comienza a a ver la vida, su vida, y su nueva realidad, con los ojos de muchas mujeres víctimas; mujeres con las que quizá tuvo algo de empatía, pero era más importante ganar que llegar segunda.
Gracias a esta puesta de Producciones Girasol, Alfonsina Molinari se nos presenta como toda una primera actriz en puro control de sus capacidades histriónicas. Fue un deleite presenciar su desempeño, su control, sus miradas, las pausas, las transiciones que el texto requiere; texto, traducido por Johanna Rosaly, que le permitió a Molinari embarcarse en un intrépido tour de force. A lo largo de la hora con 45 minutos que duró la puesta, la actrizllevó su actuación en un vertiginoso in crescendo que sacudió a toda la concurrencia.
A esta extraordinaria actuación se unió un grupo de profesionales que estuvieron a la altura requerida. La dirección de Mariana Quilés-Fabián fue certera y al punto, bien pensada y mejor lograda, enmarcando la puesta en un montaje minimalista. No hacía falta más. Gregorio Barreto en la ambientación, Pamela López en la iluminación y Cristina Robles en la musicalización redondearon esta presentación producida por Wanda San Miguel y Sylvia Syvel Batista.
Primera Vista, con la actuación central de la primera actriz Alfonsina Molinari, vuelva a escena el próximo sábado a las 8:30 p.m. y domingo a las 4:00 p.m. No se la pierda, dese el gusto de disfrutar de una obra que indudablemente será de lo mejor del 2024. Y ya verá: “De alguna manera… algo tiene que cambiar”.