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¡Otro virus: hay que hablar del Mpox!

No es un asunto de calificar, valorizar o moralizar nuestras actividades y sexualidad; es un asunto de responsabilidad personal y poner el bien comunitario sobre el miedo y el estigma

SAN JUAN, Puerto Rico

Por Max Charriez, profesor y autor

Hablemos de un virus. No, no deje de leer. Es importante. Sé que hablar de virus y enfermedades no es lo más divertido, pero es importante estar informado para poder tomar decisiones y sí estar en tranquilidad. Además, si hay comunidades que saben lo que es la desinformación, el abandono de las autoridades sanitarias, el tener que tomar acción para salvar nuestras vidas, son las nuestras. Así que hablemos del Mpox o viruela símica antes que sea muy tarde.

El Mpox es lo mismo que la viruela símica. Se originó en África y lleva décadas. Sin embargo, no fue hasta el brote en 2022 que el resto del mundo lo descubrió. Es una enfermedad bien contagiosa. Se transmite a través de contacto directo con la piel, especialmente si ya hay lesiones. También por medio de las secreciones corporales como saliva, secreciones respiratorias, precum, fluido vaginal y semen. Por lo tanto, hay peligro de infección por contacto íntimo como son los besos, sexo oral, sexo anal, sexo vaginal. Peor aún, los abrazos, masajes y frotación son vías comunes de transmisión; ropa, ropa de cama, toallas y juguetes sexuales también. Simplemente por estar bailando en el club o un tea-dance o en la piscina en corillo te puedes enfermar.

Aunque el síntoma más visible y preocupante es las erupciones en la piel (viruelas), no es el único síntoma: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares intensos, inflamación de los ganglios linfáticos, agotamiento y congestión respiratoria son característicos. Para personas con otras condiciones crónicas o comórbidas puede ser fatal.

Si nos educamos, podemos prevenir. Primero, hay una vacuna, JYNNEOS, de 2 dosis para mayor protección. Es segura y eficaz. Segundo, cada persona que tenga síntomas o sospeche que estuvo en un posible contacto de infección debe aislarse, comunicarlo y buscar asistencia médica. Es lo correcto. Igual que si fuera sífilis, gonorrea, clamidia, VIH, etc. Es una responsabilidad civil. Si una persona tiene que estar en contacto cercano con una persona infectada debe usar guantes, mascarilla y mucha higiene personal.

Bueno, ¿y por qué estamos hablando de Mpox? Porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia de salud pública de importancia internacional por un nuevo brote de Mpox. Se ha observado un aumento en casos en varios países africanos en donde no recibió la atención necesaria en el 2022 por escasos recursos y ahora solo la intervención internacional puede detener un próximo brote o epidemia. Además, hay una nueva variante más contagiosa y mortal. Por lo tanto, se considera que hay alto riesgo de rápida propagación a nivel internacional.

África está lejos de Puerto Rico, ¿cuál es el drama? Porque el brote de Mpox en 2022 afectó desproporcionadamente a hombres gay, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH) por varias razones. Aunque no es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), nuestros patrones de conducta social, sumados a la rápida transmisión del virus, nos hacen más vulnerables: niveles de actividad y prácticas sexual; eventos, fiestas y espacios en donde el contacto cercano, la desnudez y las relaciones sexuales desempeñan un papel central.

El Mpox no es una enfermedad exclusiva de los hombres que tienen sexo con hombres, puede afectar a todo grupo poblacional; pero, al igual que con el VIH/Sida, nuestros patrones de conducta social nos hacen más vulnerables y a mayor riesgo de contagio | Internet

Para ofrecerles información correcta sobre la situación en Puerto Rico, conversé con José Joaquín Mulinelli de Coaí, Inc. “El Departamento de Salud (DS) recibió la vacuna JYNNEOS [al declararse el brote en mayo del 2022].  Las mismas se distribuyeron entre los Centros de Prevención y Tratamiento de Enfermedades Transmisibles (CPTET) del propio DS, incluyendo el Centro Latinoamericano de Enfermedades Transmisibles Sexualmente (CLETS) y a las clínicas privadas ya sean pertenecientes a Organizaciones de Base Comunitaria u otras con capacidad para vacunación.  Varias OBC solicitamos una reunión con el área de vacunación del DS para auscultar la posibilidad de facilitar el acceso a las vacunas por personas elegibles. De ahí surgen las actividades de vacunación de Waves Ahead, True-Self Foundation y Coaí, Inc. junto con vacunaciones masivas los domingos en el propio DS y en varias de las actividades de PRide durante el mes de junio pasado.”

De acuerdo con el más reciente boletín del Departamento de Salud, al 31de julio, en Puerto Rico había: 265 casos confirmados, 288 casos sospechosos, 176 bajo investigación y una muerte. Personas vacunadas: 3,725 con la primera dosis y 2,847 con las dos dosis. Eso quiere decir que hay más de 800 personas que no se han puesto la segunda dosis. Esto es un detalle importante: se debe completar el ciclo de las dos dosis de esta vacuna, 28-35 días entre ambas dosis. Si a la persona le da Mpox entre dosis, no se tiene que administrar la segunda. Si la persona ya la dio Mpox no se tiene que vacunar.

¿Qué implicaciones podría haber para las comunidades lgbttq+, y en especial para los hombres que tienen sexo con hombres? El Mpox no es una enfermedad exclusiva de los hombres que tienen sexo con hombres, puede afectar a todo grupo poblacional; pero, al igual que con el VIH/Sida, nuestros patrones de conducta social nos hacen más vulnerables y a mayor riesgo de contagio (la redundancia e insistencia en este dato es a propósito). Según Mulinelli, también “podría exacerbar el estigma ya establecido por el VIH / Sida en HSH” y al etiquetarse como una “enfermedad de los gais” podría bajar la vacunación, prevención, reporte y búsqueda de atención médica en la población general y personas de nuestras comunidades.

Pongamos a funcionar nuestra experiencia comunitaria acumulada a través de los años de bregar con otras enfermedades y situaciones y procuremos el bienestar social, físico y mental de nuestras comunidades. Seamos responsables con nosotros mismos, nuestros amigos, parejas afectivas y parejas sexuales. No es un asunto de calificar, valorizar o moralizar nuestras actividades y sexualidad; es un asunto de responsabilidad personal y poner el bien comunitario sobre el miedo y el estigma. Comencemos por dialogar sobre el tema. Hablemos con amistades y compartamos información correcta. Tenemos que vacunarnos y cumplir con las dos dosis. Es posible evitar que el Mpox: no se convierta en otro problema de salud para nuestras abatidas comunidades que  bastante tienen ya que bregar para sobrevivir.

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