“Los Monólogos del Bollo” combina estructura de cabaret, sátira política, picardía popular y una fuerte carga de crítica social
SAN JUAN, Puerto Rico
Por Sirio Álvarez, Pride Society Magazine
La noche del 3 de mayo marcó el regreso triunfal del Club de Damas Cívicas Criollas de Puerto Rico al escenario puertorriqueño con el estreno de Los Monólogos del Bollo, en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes de Santurce. La cuarta entrega de una franquicia teatral que ha sabido consolidar un público fiel y un estilo propio: irreverente, boricua hasta la médula, y sin miedo a llamar las cosas por su nombre. En esta edición, el “bollo” se convierte en símbolo, campo de batalla y trofeo en una contienda electoral dentro del club, en donde seis mujeres pelean por el poder con uñas, labial y monólogos filosos. Es un espectáculo para adultos no changuitos que se habla de sexo y política de principio a fin, y sin tapujos.
La propuesta, escrita y dirigida por Gil René Rodríguez, combina estructura de cabaret, sátira política, picardía popular y una fuerte carga de crítica social. No hay tabú que quede intacto. Lo que en manos menos hábiles podría ser solo doble sentido o vulgaridad, aquí se eleva con intención crítica, teatralidad, y un elenco que domina con maestría el arte del personaje exagerado, pero reconocible.
El espectáculo se desarrolla como una competencia de monólogos. Cada una de las seis candidatas —todas interpretadas por actores con una trayectoria destacada en el transformismo teatral— sube al escenario para convencer a la audiencia de que merece liderar el Club de Damas Cívicas Criollas. Lo que sigue es una explosión de estilos, historias, estrategias y carcajadas.
Nelson Roldán, como Dreuxilla Divine Carter, abre la noche con una mezcla de desparpajo, elegancia y farandulerismo. Su personaje, una figura pública con secretos de camerino y confesiones punzantes, conecta de inmediato con la audiencia por su espontaneidad y timing perfecto. Roldán no solo actúa: se adueña del escenario.
Víctor Alicea, en su emblemático papel de Luzma Gelpí Gelpí, da cátedra de cómo sostener un personaje clásico sin perder frescura. Con sus rolos en la cabeza y verbo afilado, representa el poder de la tradición y la desconfianza ante todo lo nuevo. Su presencia genera tanto respeto como carcajadas. Luzma utiliza su turno para hablar de la gobernadora, su gobierno y su familia, de una forma genial la “defiende” a su manera, causando risas y mas risas.
Johnny Ray vuelve como la mística Nancy Popoff, una mezcla deliciosa entre espiritualidad new age, tesorera del club y diva de otra época. Ray logra una interpretación delicada y elegante, con una gestualidad precisa que provoca risa sin necesidad de estridencia.
Kiko Blade, en su debut dentro del grupo con el personaje de Yeska Zuania, aporta un aire callejero, combativo y fresco. Yeska representa a la mujer común que no se deja pisotear y que conoce las calles mejor que nadie. Su lenguaje, su ritmo y su autenticidad rompieron esquemas en la función de estreno, ganándose ovaciones espontáneas, siempre en defensa de la mujer negra y pobre.
Gil René Rodríguez, además de dirigir, interpreta a la desbordante Lucy Perrea Gordons, amante del pan, la carne mechada y la cocina como acto de resistencia. Su monólogo es un homenaje al deseo, al cuerpo y a la comida, en una de las intervenciones más delirantes y sabrosas de la noche.
Finalmente, Herbert Cruz interpreta a la altiva Dra. Alba Bossa, quien desde su discurso académico desmonta a las demás candidatas con elegancia venenosa. Su dominio del texto y su dicción cierran la obra con una estocada directa al corazón de la hipocresía institucional.
No quiero dejar pasar el personaje del locutor, o maestro de ceremonia, que lo hace, Jorge Castro. Sus comentarios y presentaciones de las candidatas, además, de la introducción del espectáculo le queda genial.
A las candidatas las acompañan un magnifico cuerpo de baile capitaneado por el coreógrafo del espectáculo Carlos Hernández, y se unen, Héctor Beltrán, Oscar Sánchez, Raffael Cotto y Gilberto Marrero. Excelentes todos. Dan movimiento y terminan en baile la mayoría de las presentaciones.
El montaje se complementa con una escenografía sencilla pero funcional, diseñada para resaltar a cada personaje. El vestuario, coordinado por Joseph Da’Ponte, es un desfile de exageración, clase, y referencias visuales brillantes. La iluminación de Pamela López acentúa los matices dramáticos de cada monólogo, mientras la musicalización de Chenan Martínez es el complemento perfecto.
El público respondió con carcajadas, ovaciones y complicidad. La obra no solo entretiene: interpela, incomoda, recuerda lo absurdo de lo cotidiano y lo serio de lo ridículo.
Los Monólogos del Bollo no es solo una comedia: es un evento, una tradición, un espejo de lo que somos. Un club de damas que dice mucho más de lo que parece. El bollo, en este contexto, no se limita a una alusión sexual: es identidad, poder, cuerpo, pan, lucha y voz.
Próximas funciones, 10 de mayo – Teatro Ernesto Ramos Antonini, Barceloneta; 17 y 18 de mayo – Teatro Yagüez, Mayagüez y 24 de mayo – Centro de Bellas Artes de Humacao. No importa en qué pueblo estés… ¡haz fila, ve el espectáculo y vota con carcajadas!
Resultado de la votación de la primera noche:
La ovación fue colectiva, pero la elección fue individual. Tras 452 votos emitidos por el público, se reveló el resultado de la primera noche:
- Yeska Zuania: 238 votos (53%) – GANADORA
- Lucy Perrea: 100 votos (22%)
- Luzma Gelpí: 46 votos (10%)
- Dreuxilla Divine: 36 votos (8%)
- Nancy Popoff: 17 votos (4%)
- Dra. Alba Bosa: 15 votos (3%)
Con una victoria arrasadora, Yeska Zuania se convirtió en la primera presidenta del Club de Damas Cívicas Criollas en esta gira. Su mezcla de honestidad, fuerza de barrio y desparpajo conquistó tanto a los votantes como a sus contrincantes. La ovación final fue para ella… pero también para una producción que demuestra que el teatro puede ser político, hilarante y participativo a la vez.