La firma automotriz también dio marcha atrás a programas de diversidad e inclusión
NUEVA YORK, NY
Servicios Combinados
Un nuevo informe revela que Toyota ha decidido poner fin a su apoyo a eventos LGBTQ+, al Mes del Orgullo y a las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés). Esta medida, que parece responder a la presión de algunos sectores conservadores, ha generado gran controversia en la comunidad LGBTQ+ y entre sus aliados.
En los últimos años, varias grandes marcas han cedido ante las críticas de grupos conservadores que se oponen a las iniciativas «progresistas» o «woke». Estas críticas han llevado a incidentes como el boicot a productos relacionados con el Mes del Orgullo o la retirada de mercancías con drag queens de las tiendas. Según miembros de la comunidad LGBTQ+, estos ejemplos son evidencia de lo que muchos sospechaban: que el apoyo de algunas compañías a sus causas es más una táctica de marketing superficial que un compromiso genuino.

Toyota deja de patrocinar eventos LGBTQ+
Según un memorando interno obtenido por Bloomberg, Toyota Motor Corporation dejará de patrocinar eventos LGBTQ+ y ya no participará en clasificaciones de grupos como la Campaña de Derechos Humanos (HRC, por sus siglas en inglés). Toyota había recibido una puntuación perfecta de 100 en el Índice de Igualdad Corporativa de HRC en 2023, pero la empresa ahora se retirará de esas evaluaciones.
El memorando, enviado el 3 de octubre de 2024 a unos 50,000 empleados en Estados Unidos, señala que la empresa enfocará sus actividades comunitarias en la educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y la preparación laboral, alejándose de iniciativas LGBTQ+.

Un historial cuestionable
Para algunos, esta decisión no es sorprendente. En 2022, un informe del medio The 19th posicionó a Toyota como la empresa que más donaciones había hecho a políticos que impulsaban proyectos de ley anti-LGBTQ+. Según los datos, Toyota donó $601,500 entre los ciclos electorales de 2020 y 2022 a legisladores en estados como Alabama, Arizona, Florida e Idaho. Además, Toyota contribuyó con $150,000 a la campaña de reelección del gobernador de Texas, Greg Abbott, conocido por su postura anti-LGBTQ+.
Fin a los programas DEI
Toyota también ha decidido poner fin a su participación en programas de DEI, una medida que afecta no solo a la comunidad LGBTQ+, sino también a otros grupos que se benefician de estas iniciativas. La compañía argumenta que su nuevo enfoque en la educación STEM reemplazará el apoyo previo a estos programas.

La influencia de Robby Starbuck
El activista cubano americano conservador Robby Starbuck, conocido por su oposición a los programas DEI, jugó un papel clave en esta decisión de Toyota. Una semana antes del anuncio de la empresa, Starbuck había lanzado una campaña en redes sociales instando a un boicot de clientes conservadores contra Toyota por su apoyo a causas LGBTQ+. Aunque Toyota inicialmente desestimó la influencia de la campaña, una portavoz de la empresa admitió que recibió unas 30 llamadas de clientes en su centro de atención al cliente, además de consultas de empleados y concesionarios.
Otras empresas afectadas
Toyota no es la única empresa que ha cedido a la presión de grupos conservadores liderados por Starbuck. Según Bloomberg, Tractor Supply, Deere & Co. y Harley-Davidson también han reducido su participación en eventos DEI y han eliminado puestos relacionados con la diversidad, tras ser blanco de campañas similares.
Consecuencias comerciales y sociales
La decisión de Toyota de retirarse de los programas LGBTQ+ y DEI ha sido criticada por expertos en comunicaciones y derechos civiles. Robert Conner, de Scott Circle Communications, considera que esta es una oportunidad para que otras marcas refuercen su postura a favor de la igualdad. Conner advierte que ceder ante una presión extremista es un error tanto desde el punto de vista comercial como moral, ya que el 28% de la Generación Z se identifica como LGBTQ+ y Toyota podría perder la lealtad de estos consumidores.
En 2014, Toyota había sido reconocida por su compromiso con la inclusión, al lanzar junto a GLAAD la aplicación Go Purple for #SpiritDay, destinada a combatir el acoso. Sin embargo, una década después, la empresa ha tomado un rumbo opuesto, dejando de lado las iniciativas que anteriormente promovían la diversidad y la inclusión.
Un llamado a la acción
Ante esta situación, Conner sugiere que otras empresas utilicen este momento para reafirmar su compromiso con la igualdad. En lugar de seguir el ejemplo de Toyota, las compañías deben redoblar sus esfuerzos para apoyar a la comunidad LGBTQ+ y los programas de DEI, especialmente en un momento en el que las elecciones en EE. UU. generan incertidumbre sobre el futuro de los derechos civiles.
Con esta decisión, Toyota corre el riesgo de perder no solo clientes LGBTQ+, sino también talento dentro de la empresa. La inclusión no solo es una cuestión moral, sino también una estrategia comercial que garantiza el crecimiento a largo plazo y la lealtad de los consumidores.